Tras iniciar la marcha en el Aula Arqueológica iremos cruzando el pueblo por la carretera, rebasaremos la plaza donde se encuentra el lavadero, dejaremos la iglesia de San Simón y San Judas a la izquierda, unos metros mas adelante llegaremos al Centro de Recepción de Visitantes, donde nos informarán de todo lo relacionado con el entorno y, si lo deseamos, nos acompañarán para ir explicándonos como se llevó a cabo la explotación.
Si continuamos sin guía, llegaremos a una barrera señalizada con dirección prohibida (para vehículos), ahí comienza la Ruta de las Valiñas, rebasando la barrera y continuando por la pista asfaltada.
Esta ruta es muy cómoda, discurre por una pista asfaltada a nivel ligeramente ascendente y franqueada a ambos lados por castaños, que nos permitirá admirar ejemplares con troncos de formas diversas y algunos de gran tamaño. Seguiremos el camino hasta la Fuente de la Tía Viviana, allí, podremos optar por descansar unos momentos en algún banco, contemplar la fuente o seguir la marcha.
En este punto nos surgen dos opciones, tomar el Camino del Mirador que se encuentra junto a la fuente, a la derecha del sentido de marcha, y subir hasta el Mirador de Orellán, para, tras observar el paisaje desde el Mirador volver a bajar por el mismo camino y continuar nuevamente la marcha en el punto donde la habíamos dejado.
Si reemprendemos la marcha, lo haremos, otra vez, por la pista asfaltada en tramos descendente y llanos, hasta llegar al final del asfalto. En este punto continuaremos por una pista de tierra franqueada por muro empedrado a la izquierda y barandilla de madera a la derecha, tras una pequeña subida llegaremos a la altura de un castaño que presenta un tronco muy característico, siguiendo un poco más adelante llegaremos a la Cuevona, nos sorprenderán sus extraordinarias dimensiones y podremos introducirnos dentro y observar lo restos de las galerías.
Una vez visitada la Cuevona y admirado el paisaje que se puede observar desde ese punto, continuaremos por la misma senda, en tramo ligeramente ascendente hasta llegar a la Cueva de la Encantada, ésta por sus características es muy llamativa, permitiéndonos entrar y recorrer varias galerías.
Finalizada la visita de la Cuevona y la Encantada, podremos ascender un poquito más, y contemplar el paisaje desde la base del Pico del Águila, los más atrevidos podrán subir por un sendero de elevada dificultad hasta la proximidad de la cumbre del Pico, desde donde se puede admirar la belleza del entorno, quedando la entrada a la Cuevona a nuestros pies con una perspectiva muy llamativa.
Cuando decidamos continuar la ruta deberemos volver sobre nuestros pasos, rebasando la entrada de la Cuevona, y tomaremos un camino que sale a la derecha, también se puede bajar por un pequeño sendero una vez salgamos de la Encantada, y nos introduciremos por un camino descendente, dejando el Pico del Águila a la derecha y la Cuevona atrás, ahora ya solamente nos queda ir disfrutando del paisaje que forman los diferentes Picos y la vegetación.
Esta senda, al ser de tipo circular, nos conduce de vuelta al punto donde la habíamos iniciado, solo nos queda volver a cruzar el pueblo y llegaremos al punto de partida.
Otra opción si no queremos regresar aún y disponemos de tiempo suficiente, sería llegar hasta la iqlesia y tomar a la izquierda la Senda del Lago Sumido.
La longitud completa de la ruta es de 3,5 km.
El tiempo estimado de recorrido a pie es de 60’ y en bicicleta de 30 a 40’.
Tipo de ruta: circular.
Desnivel: 80 m.
Dificultad: baja