El castillo de los Montes Aquilianos
Situado en el municipio de Priaranza del Bierzo, se asienta en un cerro escarpado en los Montes Aquilanos, un lugar prácticamente inexpugnable rodeado, por la zona norte y este, por un barranco de 180 metros de desnivel, un excelente mirador desde donde se observa un paisaje maravilloso con el arroyo de Rioferreiros discurriendo entre la frondosa vegetación de la zona.
Este monumento declarado Patrimonio Histórico Español e incluido como Bien de Interés Cultural en 1949.
Los orígenes del castillo son inciertos, y como nos explican en el interior de una de sus salas por medio de paneles, hay varias teorías. Pero la que más fuerza tiene es la que cree que a comienzos del siglo XI se levanta aquí el Castelo de Ulver, que desempeñaría un papel importante en la reconquista y que entre 1228 y 1312 lo moraron caballeros templarios.
En 1388 el rey Juan I se lo cedió a Pedro Álvarez Osorio. Su nieto (con el mismo nombre) se casó con Beatriz Enriquez de Castro, Condesa de Lemos, creando así un poderoso estado señorial que incluía tierras leonesas y gallegas.
Esto produce cruentas batallas como la Revuelta Irmandiña contra la nobleza Gallega, que en 1467 deja el castillo y gran cantidad de fortalezas hechas añicos. Dos años después, Pedro Álvarez Osorio, lo reconstruye adaptándolo a un uso residencial donde vive hasta su muerte en 1483.
Hay una lucha sucesoria entre su nieto bastardo, Don Rodrigo, segundo Conde de Lemos y su hija Juana, condesa de Villafranca que se refugió en el castillo. Una guerra civil entre los Lemos y los Benavente que acabó con la intercesión de los Reyes católicos en favor de Juana, pero así todo el castillo quedó arrasado.
Tras varios años de abandono, se concede la titularidad del castillo a la Junta Vecinal de Villavieja.
Finalmente en el año 2003 en pleno proceso de inventariado de propiedades comunales, el Ayuntamiento de Priaranza lo inventarió como propiedad comunal del pueblo de Villavieja, tras la restauración, la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León delegó la gestión y el mantenimiento del mismo al propio Ayuntamiento.